jueves, 11 de julio de 2013

Salamandra_Salamandra salamandra

 Salamandra_Salamandra salamandra





 En algunos pueblos de nuestra provincia recibe el nombre de "tiro" o "tiro de agua" y se la considera muy peligrosa comparándola con la víbora en peligrosidad, quien no ha escuchado el tópico:

           "Si el tiro viera
            y la víbora oyera
            no habría hombre
            que al campo saliera".

Nada mas lejos de la realidad, la salamandra es uno de los animales más hermosos de nuestra fauna además de inofensiva. Su presencia –difícil de detectar por otra parte- indica que el entorno está bien conservado, con una buena cobertura vegetal y calidad del agua. Las hembras de la salamandra pueden ser ovovivíparas o vivíparas. En los casos de viviparismo se dan casos de canibalismo intrauterino entre las larvas. Pueden llegar a vivir hasta 24 años.

  Identificación:

 La salamandra es un urodelo de talla mediana a grande, con un tamaño que en la península Ibérica puede superar los 250 milímetros de longitud total. La cabeza es robusta con grandes glándulas parótidas, en las que son visibles una serie de poros glandulares, situadas detrás de unos ojos prominentes con pupilas marrones y redondas. El  cuerpo es de sección cilíndrica, de piel lisa con surcos en los costados y poros glandulares que se dividen a ambos lados del cuerpo llegando hasta el principio de la cola. El dibujo de la piel es muy variable aunque suele tener una base negra salpicada de manchas amarillas que pueden variar en forma y tamaño según la subespecie. Estas manchas suelen ser arriñonadas en las subespecies meridionales.
En las que habitan más al norte el amarillo en la piel es más abundante, con franjas continuas desde los ojos hasta la cola. Esta es  también  de sección cilíndrica o un poco comprimida. La patas son cortas con cuatro dedos en las manos anteriores y cinco en las traseras.  El vientre es oscuro con manchas claras, amarillentas.





Estatus de conservación:

Es  curioso que hasta hace pocos años la salamandra estaba catalogada como “no amenazada” en nuestro país. Desde hace 2 o 3 décadas asistimos a fuertes retrocesos poblacionales en multitud de lugares que contaban con su presencia tradicional. Incluso han desaparecido completamente de vastos territorios como zonas del sistema Ibérico, sin que estén muy claras las causas.  Las medidas de conservación deben ir principalmente encaminadas al mantenimiento de los puntos de reproducción, que hoy en día se enfrentan a numerosas amenazas, muchas de ellas desencadenadas por simple desconocimiento, como la introducción de peces y cangrejos americanos, de consecuencias catastróficas para los anfibios en general. También habría que erradicar la mala costumbre de arrojar en ellos los envases de los productos químicos utilizados en agricultura, electrodomésticos viejos y muchos otros residuos. Ya tienen bastante estos medios con soportar la contaminación procedente de las escorrentías superficiales o subterráneas, al situarse por lo general junto a campos de cultivo o al ser abrevaderos para el ganado. También sería deseable una mayor vigilancia sobre la explotación de los acuíferos y las actividades que inciden directamente sobre estos medios de reproducción: roturaciones, canalizaciones, entubamientos, desecaciones, aterramientos, etc.Estas zonas, generalmente de poca extensión, necesitan urgentemente una protección sobre el papel y sobre el terreno, que encaja muy bien con el modelo, ya puesto en marcha para endemismos vegetales, de las microreservas.




Distribución:

Posee una amplia distribución que abarca en Europa desde Portugal hasta el norte de Alemania, los países balcánicos, Grecia, Turquía, extendiéndose también por Asia menor en Iraq y el oeste de Irán. En nuestro país se extiende por  todo el litoral cantábrico, Galicia, norte de Castilla y León, Pirineos y gran parte de Cataluña. Conforme bajamos hacia el sur las poblaciones se hacen mas montanas en el interior peninsular estando mejor representada en la mitad occidental. La encontramos en el Sistema central, Extremadura, Montes de Toledo, Sierra Morena y montañas litorales y prelitorales de Cádiz y Málaga, llegando aquí de nuevo al nivel del mar. En el sureste encontramos poblaciones en Jaén, Albacete, Granada y Murcia.
Mapa distribución ciudad real



Habitat:

Sus poblaciones en la inmensa mayoría de los lugares se han visto relegadas a zonas montañosas que conservan arroyos prístinos y zonas boscosas bien conservadas. Es más frecuente en bosques de fronda al conservar estos una mayor humedad ambiental. Generalmente ocupan zonas de orientación umbría y con una pluviosidad superior a 700 litros de lluvia anuales. Son criaturas muy sedentarias, y tienen un  dominio vital  de entre 10 y 150 metros. Su actividad es predominantemente nocturna, aunque en climas húmedos se les puede observar incluso de día, durante jornadas lluviosas y de temperaturas suaves. Su temperatura ideal es en torno a los 14º y la altitud mas frecuentada por la especie esta en torno a los 1000m de altitud.


Ecología trófica:
 

Son muy voraces y localizan activamente dafneas, tricópteros, plecópteros, dípteros, etc., siendo incluso caníbales y llegando a consumir a otros congéneres casi de su mismo tamaño. A su vez ellas pueden ser devoradas por larvas de libélulas, ditiscos, escorpiones acuáticos, culebras y otros anfibios.
La alimentación de las salamandras adultas se compone de ciempiés, escolopendras, cochinillas de la humedad, babosas, caracoles, termitas y hormigas, dípteros, arañas, pequeños coleópteros y sus larvas y otros invertebrados.


Biología de la reproducción

 La época de apareamiento se reparte en dos épocas; mediados de otoño y finales de invierno o primavera. Los acoplamientos tienen lugar en tierra. Cuando el macho localiza una hembra, corre hasta ella acosándola y subiéndose a su espalda. En esta posición consigue inmovilizarla. A continuación se sitúa debajo de ella y  con un ligero frote de su lomo consigue embelesarla. Ambos comienzan a realizar movimientos laterales de la cabeza y el macho contorsiona su cuerpo y cola. Tras permanecer unidos durante unos minutos, el macho deposita un espermatóforo de unos 10mm de longitud en el suelo. Entonces coloca a la hembra en la posición adecuada para que lo absorba a través de su cloaca. Posteriormente se separan. Las hembras tienen la capacidad de retener en su interior el esperma el tiempo necesario hasta que las condiciones ambientales sean propicias para que tenga lugar la ovulación. Por tanto, el periodo de gestación puede ser muy largo, hasta 8 o más meses. Las salamandras, a diferencia del  resto de nuestros anfibios, no ponen sus huevos en el agua. Son “ovoviviparas”, es decir, los huevos se desarrollan dentro del útero materno y posteriormente paren larvas que sí depositan en el agua. Una de las peculiaridades en esta especie es el
canibalismo intrauterino. Consiste en que las larvas pueden devorarse unas a otras dentro del útero materno, por lo que nacen menos ejemplares pero de mayor tamaño y a veces incluso habiendo finalizado completamente la metamorfosis. Para depositar las larvas seleccionan arroyos limpios y no muy caudalosos. En ausencia de estos, también utilizan albercas, fuentecillas y abrevaderos para ganado. La duración del desarrollo  acuático de las larvas es muy variable, y depende de distintos factores, fundamentalmente
del tamaño que tenían al nacer, de la temperatura del agua, y de la disponibilidad de alimento.


 Son depositadas en pequeños charcos de manantiales, regatos, o pastizales encharcados, observándose el
 mayor número de larvas en el agua entre los meses de enero y febrero. Su color es color grisáceo, con manchas pardas y reflejos metálicos, y el vientre blanquecino. Al ir creciendo, las manchas oscuras se hacen más notables y aparecen manchas blancas muy características en la base de las patas que al acercarse la metamorfosis se vuelven amarillas. Pasados 3 ó 4 meses, desaparecen las branquias y aparecen ya las manchas amarillas, para completar el desarrollo larvario a los 5 meses, abandonando el agua al medir aproximadamente 6 cm, y ya con el aspecto y coloración de los adultos.Tras la metamorfosis, los juveniles son idénticos a los adultos, realizando largos desplazamientos desde los regatos donde nacieron, alcanzando la madurez sexual (momento a partir del cual son capaces de reproducirse) a los 3 ó 4 años. Pueden vivir hasta 15 o 20 años.



Interacciones entre especies:

 Las principales amenazas que se ciernen sobre esta subespecie son el incremento de la aridez, el abandono constatado de la mayoría de las estructuras artificiales que utilizan para reproducirse (albercas, pilones, fuentes y “tornajos” de madera), y la proliferación del jabalí, que deteriora sus puntos de reproducción, y aunque no está confirmado, es muy probable que deprede directamente sobre juveniles y adultos. Otros factores negativos son la destrucción directa por parte del hombre, a causa de su mala fama, el atropello en carreteras y caminos, la contaminación de los arroyos y el incremento del número de incendios en toda la zona, causado sobre todo por la errónea política reforestadora. La detección de la presencia de la especie es relativamente fácil durante la época larvaria. Los factores que quizás hayan resultado más decisivos, son los periodos de sequía de los años 80 y mitad de los 90, y la explosión demográfica del jabalí. Tampoco es descartable una súbita desaparición a causa de la aparición de alguna enfermedad infecciosa. Lo más probable es que la interacción de todos estos elementos haya ido mermando poco a poco los efectivos de la especie, en una zona que no es del todo propicia para ella al situarse en su borde oriental de distribución. Si a esto unimos una posible degeneración genética a causa de la endogamia, tenemos el coctel explosivo que ha desembocada en su más que probable extinción. Sería necesario realizar un seguimiento continuo de las poblaciones conocidas para determinar su dinámica, así como una intensificación de los muestreos para detectar posibles poblaciones. A pesar del alto grado de conocimiento que ya se posee al respecto, ha ocurrido en más de una ocasión que se han encontrado poblaciones en zonas que en principio no parecían adecuadas.

Patrón social y comportamiento:

 Su actividad es predominantemente nocturna, aunque en climas húmedos se les puede observar incluso de día, durante jornadas lluviosas y de temperaturas suaves.  Sus poblaciones en la inmensa mayoría de los lugares se han visto relegadas a zonas montañosas que conservan arroyos prístinos y zonas boscosas bien conservadas. Es más frecuente en bosques de fronda al conservar estos una mayor humedad ambiental.
 Tanto los  ejemplares juveniles como los adultos liberan a través de las glándulas parótidas y por los poros glandulares una sustancia lechosa que contiene unas neurotóxinas y es un buen repelente contra muchos depredadores. El llamativo dibujo de su piel, es también un elemento disuasorio frente a sus enemigos, ya que la asociación de algunos colores en la naturaleza (aposematosis) indica señal de peligro. En ocasiones adoptan una postura defensiva arqueando el cuerpo y exhibiendo sus colores y glándulas parótidas. Aún así tiene enemigos naturales como las víboras, culebras de collar, algunas aves y mamíferos como el turón o el jabalí. Para el hombre, tanto adultos como larvas son  completamente inofensivos. Únicamente hay que tener la precaución de lavarse las manos y no tocarse los ojos o la boca tras haber manipulado a un ejemplar para evitar posibles irritaciones en las mucosas.


Triton iberico_Triturus boscai

 Triton iberico_Triturus boscai



 Identificación:

El tritón ibérico es una especie endémica de la Península Ibérica. Fue descrito por Lataste en 1879 con el nombre de Pelonectes boscai basándose en ejemplares capturados en la provincia de Ciudad Real. El nombre específico "boscai" se le asignó al herpetólogo Boscá que lo citó en nuestra provincia. Boscá residió en Ciudad Real durante algún tiempo y fue profesor de Instituto. El tritón ibérico es de pequeñas dimensiones (mide entre 6,5 y 10 cms). Soporta bien la contaminación y es relativamente fácil verlo.
 Los machos no desarrollan cresta dorsal, sino sólo una cresta caudal baja durante el periodo de celo. La cola, de similar longitud al cuerpo, está comprimida lateralmente, y en los machos acaba en un pequeñísimo filamento. La coloración de cabeza y dorso es de color pardo o marrón, y ventralmente es de color naranja o rojizo, sobre el que destacan conspicuas manchas o puntos gruesos negros, irregularmente dispuestos, pero frecuentemente alineados lateralmente. Las larvas miden entre 10 y 18 mm, y son de color amarillento con un leve diseño punteado en oscuro y presenta una cresta dorsal que se continúa hasta el final de la cola, donde acaba en ángulo agudo.
Una forma de indentificar el sexo es en los machos el cuerpo es más claro apareciendo de forma más patente la mancha blanca del final de la cola, haciendola mas visible en el cortejo en la época de celo.





Estatus de conservación:

En España se cataloga como especie de preocupación menor.


Distribución:

Es un endemismo ibérico distribuido por la mitad occidental de la Península Ibérica. Su distribución incluye localidades desde escasa altitud y muy próximas al mar (como ocurre en el área de Doñana) hasta zonas montañosas (hasta aprox. 1.800 msnm), encontrándose preferentemente en zonas entre 400 y 1.000 msnm. El clima que caracteriza a la mayoría de sus hábitats es de carácter mediterráneo oceánico y continental,
con precipitaciones anuales normalmente inferiores a 900 mm, aunque en el norte es también abundante en zonas de clima templado frío oceánico, con mayor abundancia de precipitaciones.



Habitat:

Se encuentra en biotopos muy diversos, como bosques de encinas, alcornoques o robles, pinares, plantaciones de eucalipto, zonas de matorral y cultivos e incluso zonas arenosas costeras. Para su reproducción requiere pequeñas charcas temporales, estanques, pozas, arroyos con zonas remansadas, abrevaderos o fuentes. En Salamanca se cita también su reproducción en medios permanentes.


Ecología trófica:

Durante su fase acuática los adultos se alimentan de invertebrados acuáticos, especialmente larvas de dípteros. Las larvas consumen sobre todo crustáceos planctónicos, incluyendo también en su dieta larvas de dípteros y otros invertebrados acuáticos.


Biología de la reproducción:

En el sur, los adultos acuden a los medios acuáticos para reproducirse en otoño, manteniéndose la época de cortejos y ovoposición durante el invierno. Las larvas se observan de febrero a junio, completando la metamorfosis los primeros individuos en mayo. En otras zonas del centro y norte de su área de distribución, los adultos comienzan la reproducción en febrero, prolongándose hasta julio. Las primeras larvas se observan en primavera, y completan su metamorfosis de julio a septiembre.





Interacciones entre especies:

Se ha descrito una alta similitud en el uso de hábitats reproductivos con Triturus pygmaeus. Sus larvas tienen dietas similares, pero mantienen distintas estrategias de caza, acechando a sus presas normalmente tras una búsqueda lenta por el fondo de las charcas, mientras que T. pygmaeus las ingiere rápidamente tras observar su movimiento en la columna de agua.


Patrón social y comportamiento:

En fase terrestre, los adultos, en determinadas situaciones de peligro, exhiben una postura determinada que consiste en arquear el cuerpo, levantando la cola y la cabeza y estirando las extremidades, mostrando así la coloración anaranjada o rojiza de la zona ventral de cuerpo, cabeza y cola. Al principio de la fase acuática, los adultos muestran actividad crepuscular, pero conforme avanza el periodo reproductor tiende a extender su actividad durante el periodo diurno.La actividad estacional varía a lo largo de su área de distribución. En el norte pueden estar inactivos en invierno, mientras que en las poblaciones del sur, el periodo de inactividad se sitúa en verano. En algunas poblaciones, los tritones tienen actividad terrestre manteniendo también una fase acuática asociada a la reproducción, mientras que en otras poblaciones se pueden observar individuos en fase acuática durante todo el año.




Gallipato_Pleurodeles waltl

Gallipato_Pleurodeles waltl



Identificación:

Urodelo grande, que puede alcanzar una longitud total de 312 mm. Cabeza aplastada, muy ancha en su parte posterior. Cuerpo cubierto con verrugas con punta negra. Posee en los costados una hilera de manchas amarillentas o anaranjadas. Sin cresta en el cuerpo. Cola lateralmente comprimida.
Cabeza aplastada, muy ancha en su parte posterior. Son los urodelos más abundantes. Reciben el nombre de "tiro" y "Tiro de agua". Se les considera, en general, muy peligrosos, siendo inofensivos.Soportan muy bien la contaminación y son fáciles de ver en arroyos, charcas, albercas, piscinas, pozos...en las noches de lluvia. Es el urodelo de mayor tamaño de nuestra provincia (entre 15 y 25 cms pudiendo llegar a los 30 cms.) Presenta como curiosidad un mecanismo de defensa sorprendente. Cuando se ve atacado o capturado traspasa su propia piel con sus afiladas costillas de manera que si se le coge bruscamente puede provocar pinchazos. Al igual que ocurre con la cola de lagartijas, lagartos y salamanquesas,  poseen la capacidad de la "autotomía", es decir, pueden regenerar incluso parte de la mandíbula.




Estatus de conservación:

Categoría Mundial (2006): Casi Amenazado.

Categoría España (2002): Casi Amenazado.

Está amenazada por la pérdida de hábitats acuáticos por drenaje, contaminación por fertilizantes, impacto del ganado, eutrofización, atropellos, especies introducidas depredadoras, contaminación urbana e industrial y desarrollo de infraestructuras.



Distribución:

Se distribuye por la meseta castellano-leonesa, centro y sur peninsular excepto el extremo sudeste. También se encuentra en el sur de Cataluña, comunidad valenciana y Murcia. Especie propia de altitudes bajas, vive desde el nivel del mar hasta los 1.000 m de altitud, haciéndose rara por encima de esta altitud y alcanzando en algunos puntos los 1.480 m.
Mapa distribución en C.Real




Hábitat:

Se encuentra en áreas de bosque mediterráneo y sus etapas de sustitución, cultivos y zonas húmedas. Tiene dos fases, una terrestre y otra acuática de duración variable. Durante la fase terrestre pasa el verano enterrado o bajo piedras. Durante su fase acuática se encuentra en todo tipo de masas de agua naturales y artificiales de relativamente gran tamaño y profundidad y escasa corriente. En algunas poblaciones está todo el año en el agua.





Ecología trófica:

Se alimenta en el agua de una gran variedad de invertebrados, sobre todo larvas de insectos, crustáceos, oligoquetos y moluscos. Ocasionalmente captura larvas de anfibios y peces. Las larvas de gallipato se alimentan sobre todo de crustáceos y larvas de insectos. 




Biología de la reproducción:

Reproducción acuática, primaveral en el noroeste ibérico, otoñal e invernal en el sur. Los machos en celo tienen la cara interna de los brazos con rugosidades negruzcas. Las hembras hacen una puesta anual de 328-1.303 huevos. El desarrollo larvario dura unos tres meses. Se han encontrado individuos pedomórficos, es decir tienen branquias y talla y caracteres sexuales de adultos.





Interacciones entre especies:

Cuenta para defenderse con un mecanismo único en anfibios, que consiste en hacer salir por los costados las costillas cuyas puntas se impregnan de secreciones tóxicas de la piel, lo que puede hacer desistir a un depredador de ingerirlo.



Patrón social y comportamiento

Especie nocturna, su periodo anual de actividad se extiende desde febrero a octubre en la meseta castellano-leonesa. Activo todo el año en las regiones meridionales. Solamente se relacionan entre sí durante el período reproductivo.


Ranita de San Antón-Hyla molleri

 Ranita de San Antón-Hyla molleri


 Identificación:

Conocida como ranita de San Antón, es una pequeña rana rechoncha del género Hyla, de color verde y de hábitos arborícolas. Rana de cabeza ancha (más ancha que larga), con pupilas elípticas horizontales con el iris dorado y finamente punteado y el tímpano bien visible. Suele tener el dorso de color verde intenso, aunque el color puede ir de amarillo a pardo casi negro, concluyendo la mayoría de los autores que puede cambiar incluso para un mismo individuo dependiendo de factores como la humedad o el tipo de suelo. Posee una franja negra o marrón oscuro con bordes blancos que nace en las narinas y que perfila los flancos hasta llegar al nacimiento de las patas traseras. Poseen cuatro dedos en las patas anteriores y cinco en las posteriores con pequeña membrana interdigital en estas últimas y con discos adhesivos que le permiten trepar por innumerables superficies.


Estatus de conservación:

Categoría España: Casi Amenazada.


Distribución: 

Se trata de un endemismo ibérico y del extremo suroccidental atlántico francés. Se distribuye sobre todo por el noroeste de la península ibérica, alcanzando el sur de Portugal, y oeste y norte de Andalucía. Distribución en Ciudad Real.



Hábitat: 

Es una rana arborícola, esto es, trepa por la vegetación ribereña adyacente a la masa de agua. Los subadultos se encuentran más frecuentemente en la hierba húmeda y próxima al agua. Su hábitat son los zarzales, vegetación de ribera, setos, jardines y, en general, vegetación húmeda o de zonas pantanosas, de regiones con clima atlántico o submediterráneo, desde el nivel del mar hasta los 2100 m de altitud. Es más activa durante la noche o el crepúsculo, aunque puede estar activa durante los días calurosos y húmedos.
Ecología trófica:

Su alimentación se basa en moscas, hormigas, chinches, escarabajos, arañas, ciempiés y cochinillas, mientras que los renacuajos son herbívoros y también se alimentan de sustancias en descomposición.

Biología de la reproducción:

Su época de reproducción es la primavera, cuando la temperatura ambiente sobrepasa los 10 ó 12 ºC y se producen lluvias, es entonces cuando los machos se dirigen a las charcas (llegando a cubrir distancias de hasta 4 km). Una vez que los machos llegan a las charcas de reproducción empiezan a cantar con un espectacular sonido para el tamaño de la rana y mientras cantan parece que no se alimentan siendo este el factor que les limita su estancia reproductiva.


Más tarde van acudiendo las hembras (primero las más grandes) que buscan a los machos de mayor tamaño, algunos de pequeño tamaño se inhiben en el canto.
 Existen por lo general bastantes más machos que hembras. El amplexo es de tipo axilar y dura varias horas, en el, las hembras depositan paquetes de huevos (hasta 50 ó más) con entre 10 y 60 huevos cada paquete, llegando a poner entre 200 y 1400 huevos, que eclosionarán a los pocos días (entre 2 y 9 días), tardando entre dos y tres meses en metamorfosear. Los recién metamorfoseados miden unos 2 cm  y carecen de la franja oscura dorsal. Parece que la madurez sexual no la alcanzan hasta el tercer año de vida, viviendo en libertad entre 6 ó 7 años pocas veces más de 10 y en cautividad hasta 22 años.


Interacciones entre especies:

Sus depredadores más comunes son las culebras viperina y  de collar, lechuzas, cárabos, garzas, gaviotas, ratoneros, cigüeñas, aguiluchos laguneros, alcaudones, cernícalos, avutardas, abejeros, estorninos y mirlos. Mientras que los renacuajos son predados por culebras, larvas de libélulas, escarabajos acuáticos, peces, larvas de otros anfibios.

 Patrón social y comportamiento:

Es muy sensible a la pérdida de vegetación de ribera y a la contaminación por nitratos, aunque la pérdida del hábitat parece una de las causas más aparentes de su declive. Es una rana que hiberna en el Sistema Central,
permaneciendo sólo activa desde Mayo a Octubre, pasando el resto del año bajo piedras, raíces o grietas.Tiene una actividad crepuscular o nocturna, aunque en días nublados y lluviosos se la puede ver y oír. Trepa con gran facilidad incluso a árboles de hasta 15 ó 20 metros y debido a su color normalmente es una especie con un gran mimetismo, pasando durante las épocas fuera del celo inadvertidas entre la vegetación.


Ranita meridional - Hyla meridionalis

 Ranita meridional - Hyla meridionalis



 Identificación:

La ranita meridional fue hasta hace algunos años considerada una subespecie de su actual especie congenérica, la ranita de San Antonio (Hyla arborea), aunque se trata de especies bien diferenciadas.La meridional es una ranita pequeña y estilizada, que suele medir 3,5-5 cm. de longitud, sin incluir las largas patas traseras. La cabeza es algo aplanada, con un hocico poco apuntado y ojos saltones aunque no excesivamente grandes. Las pupilas son negras y el iris dorado. Los tímpanos son bien visibles, normalmente de color negro-marronáceo. Las extremidades delanteras, son más robustas en proporción a las posteriores, más delgadas y largas, adaptadas para el salto. En los extremos de cada dedo, poseen pequeños discos que utilizan a modo de ventosas con las que adherirse a hojas y troncos. De piel lisa en el dorso, la zona ventral presenta cierta verrucosidad, sobre todo bajo los miembros traseros y en la base de estos. Lo habitual es una librea de color verde claro muy vivo, aunque puede cambiar, en poco tiempo y en un mismo ejemplar hacia el marrón oscuro, pasando por el verde oscuro o pardo. Algunos ejemplares presentan pequeños lunares en el dorso. En la transición entre la parte verdosa y blancuzca del vientre, pueden aparecer tonos grisáceos, anaranjados o amarillentos.


Estatus de conservación:

Categoría Mundial (2008): Preocupación menor.
Categoría España (2002): Casi Amenazada.



 
Dimorfismo sexual:

 No existe un gran dimorfismo sexual. La principal diferencia es la presencia de un saco vocal anaranjado en los machos, que a su vez presentan una cabeza y extremidades proporcionalmente  más robustas. No desarrollan callosidades durante el celo.


Larvas:

 Al nacer miden unos 3 mm. de longitud y son de tono oliváceo. A lo largo de su desarrollo van adquiriendo una tonalidad amarillento-dorada, con la piel muy translúcida y una característica banda negra longitudinal en la cola. La cresta caudal es elevada y termina en una punta muy aguda que recibe el nombre de filamento caudal. El espiráculo lo tienen situado en el lateral izquierdo. Antes de la metamorfosis pueden alcanzar un tamaño de 3 a 5 cm. Son muy similares a las larvas de sapo de espuelas, sobre todo cuando estas últimas alcanzan un tamaño similar al de las primeras. Se pueden diferenciar por la presencia de manchitas con brillos metálicos y la ausencia de banda negra caudal en los de espuelas.



 Distribución:


Su área de distribución abarca el noroeste de Árica, Islas Canarias, Madeira, Península Ibérica, Baleares, sur de Francia y noroeste de Italia. En España es más común en la mitad meridional, siendo al norte sustituida por su congénere la ranita de San Antonio. Es más frecuente cuanto más al oeste en la Península, y escasea a medida que nos desplazamos hacia el sureste.
Distribución en Ciudad Real.

 
Hábitat:

Los adultos frecuentan prados, juncaledas, zarzales y zonas arbustivas densas cerca de charcas y ríos.
Sus principales hábitats de reproducción son las charcas temporales, donde es una de las especies más generalistas, incluyendo un amplio gradiente de hábitats tanto en temporalidad como en extensión.
 Además, se reproduce también en charcas permanentes, prados encharcados, regueros, arroyos de escasa corriente y humedales costeros e interiores con abundante vegetación palustre.
Su actividad es predominantemente crepuscular y nocturna, permaneciendo durante las horas de luz encaramada y escondida entre la vegetación de ribera, en fisuras de muros o bajo piedras y troncos. Es posible detectarla de día sin embargo durante la época de máxima actividad reproductora (invierno-primavera en la costa) y en días lluviosos. Pasa la mayor parte del año fuera del agua, trepando y moviéndose en los juncales, zarzales, eneas y cañaverales situados en las inmediaciones de los puntos de agua. Se muestra activa durante todo el año, aunque en lo más crudo del invierno, puede hibernar escondida bajo piedras o enterrada entre la hojarasca. También en veranos muy calurosos puede tener un más o menos largo periodo de reposo o estivación que pasa igualmente escondida.

Ecología trófica:

Los adultos se alimentan de insectos. Las larvas se alimentan por absorción de detritus en el fondo, raspando las algas adheridas a los macrófitos, aspirando en la columna de agua, royendo las plantas y bombeando contra la superficie.


 Biología de la reproducción:

El inicio de la reproducción tiene lugar en otoño en el sur y en primavera en el centro y norte peninsular, los machos se dirigen al agua, donde defienden pequeños territorios frente a posibles competidores, llegando incluso a luchar entre ellos, mediante empujones con sus patas.


 

 Las hembras, que llegan al agua con un cierto retraso respecto a los machos, acuden a estas  llamadas y tiene lugar el amplexo o abrazo que, en este caso, es axilar y  que puede durar varias horas. Cada hembra freza varios paquetes redondeados de huevos que son fecundados por el macho, y que son situados bajo la superficie del agua adheridos a la vegetación sumergida o directamente sobre el fondo. El número total de huevos puede superar el millar. Tras varios días en el agua, tanto machos como hembras, abandonan el agua y vuelven a dispersarse por la vegetación cercana.Las larvas eclosionan a los 10 o 15 días, dependiendo de la temperatura del agua, y se dispersan por toda la charca, ocupando principalmente la columna de agua y en menor medida el fondo y la superficie. Miden unos 5mm, y su desarrollo dura unos 3 meses, por lo que los primeros juveniles podemos encontrarlos durante los meses de junio y julio. Al final del desarrollo pueden llegar a medir 4 cm. y,  una vez que pierden la cola, las pequeñas ranitas, de 1 o 2 cm. abandonan el agua y se dispersan por los alrededores, sin alejarse mucho de la charca.



Interacciones entre especies:

Los adultos basan su estrategia antidepredatoria en el camuflaje con la vegetación, aunque si la ocasión lo requiere, también saltan ágilmente y pueden escapar trepando, cualidad para la que están especialmente
 dotadas, pues incluso pueden escalar adhiriendo sus dedos sobre el cristal. También pueden segregar por su piel una sustancia mucosa tóxica. aunque son depredados por varias especies de vertebrados. Los renacuajos son depredados por galápagos y las puestas por crustáceos y tritones. Entre sus enemigos se encuentran las culebras, tanto acuáticas como terrestres, aves acuáticas, rapaces nocturnas y mamíferos carnívoros.


Patrón social y comportamiento:


En la época de reproducción el macho está habitualmente flotando en el agua o encaramados en alguna planta y comienza a cantar, hinchando sus protuberantes sacos vocales. El inicio del canto por parte de un macho sirve de estímulo a los que se sitúan a su alrededor, y poco a poco se forman auténticos coros, audibles a gran distancia, sobre todo durante las primeras horas de la noche.




miércoles, 10 de julio de 2013

Rana común - Pelophylax perezi

 Rana común - Pelophylax perezi



 Identificación

Rana de tamaño mediano, de hasta 110 mm de longitud. La coloración es muy variable, aunque suele ser verde, con manchas negras. Usualmente presenta una línea vertebral clara. Los dedos de las extremidades
 posteriores están unidos por membranas interdigitales ampliamente desarrolladas. La pupila del ojo es horizontal. Los machos tienen sacos vocales de color grisáceo en las comisuras de la boca.



Estatus de conservación

Categoría Mundial (2008): Preocupación menor.
Categoría España (2002): Preocupación menor.


 
Distribución

Es una especie endémica de la península Ibérica, se distribuye por toda la Península y el sur de Francia. Ha sido introducida en las Islas Baleares e Islas Canarias. Muy común verla por la zona de los Montes de Toledo.



 Hábitat

Especie estrictamente acuática. Ocupa todo tipo de cuerpos de agua, aunque está presente fundamentalmente en ambientes permanentes. Es menos frecuente en las masas de agua fría, arroyos de montaña con pendiente excesiva y cursos de agua sombreados por un denso dosel arbóreo. Muestra escasos requerimientos en relación a la calidad del agua, siendo el anfibio más resistente y con menos limitaciones de los que pueblan la Península. Aparece en gran número de biotopos ya sea en la región bioclimática Mediterránea como en la Eurosiberiana.





Ecología trófica

Fundamentalmente se alimentan de invertebrados, sobre todo dípteros (moscas y mosquitos), coleópteros (escarabajos) e himenópteros (abejas, avispas y hormigas). De forma ocasional se puede alimentar de pequeños vertebrados, como peces, aves, anfibios y reptiles. También puede practicar el canibalismo con ejemplares más pequeños y renacuajos. Los renacuajos se alimentan de algas, detritos y fanerógamas del fondo, fitoplancton y perifiton de las masas de agua donde medran.


Biología de la reproducción

El período reproductor se extiende fundamentalmente desde abril hasta julio. La reproducción tiene lugar principalmente en cuerpos de agua permanentes. Los adultos seleccionan negativamente como hábitats reproductores ambientes con escaso recubrimiento de vegetación de ribera. Durante la época reproductora
 las hembras pueden desovar un número medio de 2.300 huevos. La duración del desarrollo larvario  suele ser de dos meses. Los machos alcanzan la madurez sexual con dos años de edad y las hembras con uno.





Interacciones entre especies

Comparte hábitat con numerosas especies de anfibios de hábitos terrestres cuando éstas acuden a los cuerpos de agua a reproducirse. Cuando detectan la proximidad de un depredador, la huida hacia el agua es uno de los principales mecanismos de defensa. Entre sus depredadores se encuentran anfibios, reptiles, aves, mamíferos y crustáceos. Uno de los mayores depredadores de esta rana es el ser humano, durante años ha sido considerada como un exquisito manjar y ha sido casi exterminada a palos en muchas zonas de los Montes de Toledo.



Patrón social y comportamiento

Dos sonidos de los diferentes cantos que emiten los machos han sido relacionados con la atracción de las hembras y el mantenimiento de pequeños territorios dentro del cuerpo de agua que ocupan. Son tanto diurnas como nocturnas, decreciendo su actividad en las horas de mayor insolación durante el verano. Los adultos toman frecuentemente el sol alrededor de los cuerpos de agua, donde también cazan.


Sapo corredor - Bufo calamita

 Sapo corredor - Bufo calamita



Identificación

Sapo de mediana talla aunque con un amplio rango de tamaño (31,3 - 71 mm en machos; 38,8 – 92 en hembras). Robusto y de extremidades relativamente cortas, tiene la cabeza más ancha que larga y el hocico corto y redondeado. Los ojos son prominentes con pupila horizontal e iris amarillo metálico con vetas negras. El tímpano apenas se aprecia y mide la mitad del diámetro del ojo. Los dedos son cortos, la piel dorsal es muy verrucosa, con las verrugas de tamaños muy dispares y dispuestas irregularmente, a menudo de color rojizo especialmente en las hembras. La coloración dorsal es muy variable, pero generalmente verde grisáceo a marrón, alternada con manchas más claras de distinto tamaño generalmente difusas, pero que pueden presentarse bien definidas.
Una característica línea media dorsal amarilla clara suele recorrer longitudinalmente el cuerpo desde la base de los ojos hasta la cloaca, pero esta línea puede estar ausente. La región ventral es de color crema y de aspecto granulado, especialmente en la zona pélvica.

Hembra de sapo corredor.

Estatus de conservación

Categoría Mundial (2006): Preocupación menor.

Categoría para España (2002): Preocupación menor.



Distribución

Esta especie está ampliamente distribuida en Europa desde la Península Ibérica hasta Bielorrusia y el oeste de Ucrania. Está presente en el Reino Unido y el suroeste de Irlanda, llegando al sur de Suecia, mientras que el borde sur corre al pie de los Alpes y el norte de Austria y Eslovaquia. Presente en la mayor parte de la Península y en todas las provincias españolas, faltan citas en la región cantábrica y algunas áreas del interior.
Distribución en Ciudad Real:


Hábitat

Acorde con su amplia distribución, puede ocupar multitud de hábitats, desde zonas costeras o zonas áridas hasta zonas húmedas y montañosas por encima de los 2.500 m de altitud. También coloniza áreas con fuerte influencia antrópica como cultivos y graveras. Su reducido periodo larvario le permite explotar charcas temporales someras de muy distinto tamaño, desde grandes praderas de inundación hasta cuerpos de agua efímeros formados en las cunetas de los caminos o incluso en rodadas de vehículos. Cría preferentemente en cuerpos de agua dulce pero soporta condiciones salobres. Las larvas toleran también un amplio rango de temperaturas (6 - 43 °C) y de pH (5 - 9).



Ecología trófica

Los adultos son carnívoros y se alimentan de fundamentalmente de artrópodos: formícidos, coleópteros, larvas de varios insectos, dermápteros, ortópteros, hemípteros, miriápodos y escorpiones. Los renacuajos son predominantemente herbívoros, comiendo algas (perifiton) y detritos. No obstante, los renacuajos a menudo se observan carroñeando sobre renacuajos muertos, tanto de su especie como de otras especies.



Biología de la reproducción

El período reproductor no es continuo y está muy asociado con los episodios de lluvia, pero existe variación latitudinal y altitudinal en la fenología reproductiva de esta especie. En zonas como los montes de Toledo, las primeras puestas pueden encontrarse a continuación de las primeras lluvias de otoño, o al comienzo del invierno, frecuentemente con un pico de reproducción entre enero y comienzos de marzo. Con el incremento en latitud o altitud la fecha de puesta se retrasa hasta bien entrada la primavera o incluso al comienzo del verano.Tras episodios de lluvia, los machos acuden a las charcas con rapidez y en muy poco tiempo (un par de días) pueden formarse grandes coros de machos cantando. Los coros alcanzan el pico de actividad de 2 a 3 horas tras la puesta de sol y se alargan hasta 2 – 3 horas antes de amanecer, en función de las condiciones ambientales (temperatura y velocida del viento) y el tamaño del coro.
Los machos cantan desde la orilla o en zonas someras, en postura erguida. El canto es un ‘criiii criiiii criiiii’ que recuerda al de un grillo pero más prolongado. Pueden emitir unos 49 cantos / min con intervalos de silencio de 0,25 s. Estas características varían entre localidades a lo largo de su distribución.



Interacciones entre especies

Debido a su preferencia por ambientes temporales para su reproducción, E. calamita a menudo interacciona con un menor número de especies que las presentes en ambientes de más larga duración. Aún así, las fases embrionaria y larvaria sufren depredación tanto por vertebrados como por invertebrados acuáticos, principalmente escarabajos, larvas de libélula y fases acuáticas de otros anfibios. Ocasionalmente otros vertebrados como culebras de agua, aves y galápagos pueden depredar activamente sobre estos renacuajos. Se ha discutido sobre la presunta impalatabilidad de esta especie, pero está claro que son numerosos los depredadores vertebrados que no parecen intimidados por ella. En cambio, es la gelatina que envuelve a los huevos puede constituir una barrera protectora eficaz frente a algunos depredadores invertebrados. Las poblaciones presentan cierta estructura de edades, en la que los adultos reproductores más jóvenes tienen entre 1,5 y 2 años, y la fracción de más edad está sesgada a favor de las hembras, llegando a 10 y hasta 17 años. La razón de sexos en las charcas de reproducción está muy sesgada hacia un gran número de machos, pero fuera de la época de cría puede ser de 1,2-4:1.



Patrón social y comportamiento

Los machos defienden territorios acústicos durante la reproducción, cuya área está positivamente correlacionada con el tamaño del macho. Es frecuente observar peleas entre machos, y la incidencia de éstas depende de la razón de sexos operativa. Algunos machos jóvenes adoptan estrategias de macho satélite
 permaneciendo en silencio junto a machos cantando e intentando así obtener amplexos con las hembras que se aproximen atraidas por el canto. 


martes, 9 de julio de 2013

Sapo común_Bufo bufo

 Sapo común-Bufo bufo



 Descripción:

 Nos encontramos ante un sapo de gran tamaño, con longitudes medias en los machos que oscilan entre 60 y 85mm., y de 70 a 120 mm. en las hembras, aunque en ocasiones pueden observarse tallas que superan los 200 mm. en estas últimas. Los ejemplares meridionales tienen un tamaño algo mayor. Su aspecto general es el de un animal robusto, con una cabeza no muy grande en relación al tamaño del cuerpo, algo aplastada, ancha y con una desarrollada ceja. El hocico es corto y redondeado. Las glándulas parótidas son alargadas, muy desarrolladas, y los tímpanos, de la mitad de tamaño que las pupilas, son poco visibles. La pupila es horizontal, y el iris de un color rojizo, característica esta suficiente para diferenciarlo de otros
 anuros parecidos como el sapo corredor (Bufo calamita).
Su piel es rugosa con abundantes verrugas distribuidas por todo el cuerpo. El diseño de la piel es muy variable, aunque dominan los tonos de fondo marrón o rojizo, salpicados de manchas irregulares más claras de color crema o amarillento.



Dependiendo de las regiones pueden ser desde casi completamente negros a otros diseños pálidos, incluso verdosos. El vientre es blanquecino salpicado de manchas oscuras.Las patas anteriores son cortas con cuatro dedos y dos tubérculos en las palmas. Las posteriores son más largas y tienen cinco dedos con membranas interdigitales poco desarrolladas. Habitualmente se desplaza andando, aunque tiene capacidad para el salto, una de las características que nos sirven para diferenciarlo del sapo corredor. No existen muchas diferencias entre machos y hembras, y además de la presencia de dedos con un palmeado más extenso entre ellos en las patas traseras, los machos se caracterizan por la presencia de callosidades negruzcas en la garganta, vientre y sobre todo dedos delanteros durante la época de celo.



Dimorfismo sexual

 Las hembras tienen una talla muy superior a los machos, cosa que podemos apreciar claramente en la época de celo al encontrarnos con una pareja en amplexus o apareamiento. Las patas delanteras de los machos son mas largas y  durante el celo muestran unas callosidades oscuras en los tres primeros
dedos de las manos y un tubérculo carpiano que le permiten agarrar fuertemente a la hembra durante el apareamiento.
 Larvas: Muy pequeñas, alcanzan un tamaño máximo de hasta 35mm. Son de color negro, y a simple vista es fácil confundirlas con las del sapo corredor. Si nos fijamos con detenimiento podemos observar que suelen presentan motas iridiscentes doradas y no tienen puntos blancos en la boca, lo que nos sirve para diferenciarlas de las del corredor. El espiráculo se encuentra en el lado izquierdo y dirigido hacia atrás. El ano ocupa una posición media al comienzo de la aleta caudal, encontrándose ésta poco desarrollada y terminada en punta redondeada. Otro aspecto que nos puede servir para diferenciar las larvas de ambas especies, es el medio acuático en que las encontremos pues el sapo común no suele utilizar charcas temporales para depositar sus huevos.




Distribución geográfica:

Ocupa una amplia extensión, que abarcaría la zona paleártica, extendiéndose por toda Europa hasta el círculo Polar Ártico por el norte y hasta Asia y Japón por el este, aunque en estas zonas no está muy claro si se trata de la misma especie u otra diferente. También aparece en el noroeste de África.
En España continental se encuentra en todas las provincias. Cada vez es mas raro  encontrarlo en los valles y zonas bajas como  la Vega de Granada, la cuenca del Guadiana Menor, el límite con Almería y ciertas zonas de la comarca de los Montes, donde sufre una severa regresión.
Distribución en Ciudad Real:



 Ecología de la especie:

Se trata de una especie muy versátil, poco exigente a la hora de seleccionar el hábitat, por lo que podemos encontrarla en bosques, terrenos de labor, alta montaña y todos aquellos lugares que dispongan de aguas con corrientes lentas o aguas calmas de una profundidad por encima de los 50 cm. que necesita para reproducirse. Incluso está presente en lugares en principio aparentemente poco aptos por su aridez y elevadas temperaturas. Su distribución no parece estar influida por la altitud, ya que se encuentra  desde el nivel del mar hasta las zonas más altas de montaña. Son animales predominantemente crepusculares y nocturnos, si bien en tiempo lluvioso y con  temperatura suave se les puede encontrar a plena luz del día.
 En ocasiones es posible observarlos en condiciones ambientales tan secas que ningún otro anfibio aceptaría salir de su refugio. Esto ocurre cuando tiene necesidad de humedecer su cuerpo en algún arroyo o masa de agua cercano. Durante el día permanecen ocultos bajo piedras, hojarasca o troncos. Dadas las extremas condiciones climáticas de Ciudad Real, el sapo común suele estivar  durante la época más calurosa del año. Busca para ello lugares con cierta humedad, como tocones, majanos, grutas o madrigueras. Tienen una actividad muy terrestre y se les puede encontrar bastante alejados del agua, a la que sólo acuden para reproducirse o para hidratarse.
A mediados del invierno o bien entrada la primavera, dependiendo de la altitud, los sapos entran en celo. Esto ocurre cuando la temperatura media se sitúa en torno a los 12ºC (con temperaturas por debajo de 5ºC no salen de sus refugios). Son muy fieles con los puntos de agua que utilizan para reproducirse y cada año realizan auténticas migraciones, desde sus territorios de campeo hasta ellos. Los machos  son los primeros en llegar y esperan en el agua a las hembras, que acuden unos días después. No tienen saco bucal, y el canto de reclamo es apagado, algo metálico. El número de machos es más elevado que el de hembras, por lo que se producen auténticas batallas campales para conseguir subirse encima de una de ellas. El amplexo es axilar y resulta curioso observar en ocasiones a varios machos abrazados a una misma hembra, a ejemplares de otras especies, individuos muertos o incluso a objetos inertes.
Este fragor produce a veces la muerte de la hembra por ahogamiento o asfixia. Los machos permanecen más tiempo en las charcas, a la espera de aparearse con varias hembras.


 Estas no permanecen más que el tiempo necesario para aparearse y poner los huevos. La puesta es la mas numerosa entre  nuestros  anuros (algunos autores han contabilizado por encima de los 12.000 huevos). Los cordones de puesta miden varios metros de longitud, y tienen varias filas de huevos de color negro.


 Conforme la hembra los va depositando en el agua, el macho los fecunda y son enrollados sobre las plantas y ramas sumergidas o directamente en el lecho. Su principal mecanismo de defensa es la huida, ayudados por una piel abundantemente cubierta de mucosidad y por su excelente capacidad para saltar.
La eclosión de las larvas se produce a los 5-15 días, dependiendo de la temperatura del agua. Los pequeños renacuajos, de unos 4mm, se dispersan por la charca y suelen situarse en las orillas cerca de la superficie, con el fin de acelerar su desarrollo al estar estas zonas mas expuestas a la radiación solar.
 Son detritívoras y se alimentan de algas, materia vegetal sumergida, detritus, fitoplacton, etc. Tanto las larvas como los huevos contienen varias toxinas, por lo que no son poco apetecibles para sus depredadores.
 El desarrollo larvario dura de 2 a 4 meses, en función de la temperatura del agua y la disponibilidad de alimento. Al finalizar la metamorfosis los pequeños sapillos de apenas 1,5 cms. de longitud, abandonan el agua y permanecen en los alrededores de la charca alimentándose de pequeños invertebrados. En años óptimos los juveniles tapizan el suelo que rodea a las charcas de puesta, escondidos entre la vegetación
 y bajo las piedras. La insolación y los depredadores diezmarán a estos pequeños sapitos.
Durante el primer año de vida tienen un crecimiento muy rápido, llegando al tercer año al estado adulto, y pudiendo vivir más de diez años, hasta treinta en ejemplares cautivos.

Conforme van creciendo van ampliando su espectro alimentario, que incluye multitud de invertebrados e incluso otros anfibios, pequeños reptiles, mamíferos y aves. Entre sus enemigos se encuentran las culebras viperina y de collar, las víboras, rapaces nocturnas y diurnas y diversos mustélidos. Destacar también que una especie de mosca (Bufolucilia bufonivora) deposita sus huevos sobre el cuerpo de los sapos, posteriormente las larvas se introducen en el cuerpo y literalmente los devoran vivos, hasta causarles su muerte. Las toxinas presentes en la  piel son potentes y algunos mamíferos que intentan comérselos pueden sufrir graves secuelas. La nutria y otros mustélidos se cuidan mucho de despellejar al sapo antes de su
ingestión. Aparte de la toxicidad de la piel, y de la secreción venenosa de color amarillento que segregan por las glándulas parótidas, poseen otro mecanismo de defensa muy curioso, que consiste en hincharse de aire, levantar las patas traseras y agachar la cabeza, consiguiendo de este modo un notable aumento de volumen y dificultando su ingestión, sobre todo por parte de las culebras.





Estado de conservación, problemática:

Como ocurre con el resto de anfibios granadinos, este tenaz  animalillo se encuentra en continua regresión, sobre todo en las zonas más secas de la provincia, por la transformación y destrucción de los escasos puntos acuáticos que tradicionalmente utilizaba para reproducirse. Igualmente, la progresiva intensificación de la agricultura, supone un grave problema, por la destrucción de hábitats, la contaminación con pesticidas y la sobreexplotación de arroyos y acuíferos. Los atropellos que sufren cuando se desplazan a sus lugares de reproducción, la contaminación de arroyos y la introducción de fauna alóctona incompatible, completan el listado de amenazas directamente causadas por el hombre. Otros factores recientemente detectados, son las mortandades de larvas debida a unas radiaciones solares excesivas, al disminuir la capa de ozono y las infecciones producidas por un hongo, que produce mortandades masivas. Si a todos los factores anteriores añadimos el que en nuestra opinión es el mayor problema, que es la mala fama y la falta de información que tiene la población sobre esta y otras especies de anfibios y reptiles, nos encontramos ante un futuro poco halagüeño para la especie.
El sapo común representa un elemento más de los ricos ecosistemas que aún nos rodean, y es una pena, que a causa de una serie de leyendas sin fundamento, y una “incultura” occidental que se ceba sobre la mayoría de nuestras especies de anfibios y reptiles, muchos ejemplares mueran bajo la bota o el azadón.

Debemos intentar entre todos, cambiar la imagen negativa que acompaña a esta especie. El conocimiento de la naturaleza y sus elementos es la base fundamental para su conservación. Si alguna vez tenemos la suerte de tropezarnos con un sapo, el único problema que puede causarnos, es un olor un tanto desagradable a ajos que nos queda en las manos si lo cogemos. Debemos lavarlas con agua abundante y no tocarnos los ojos, la boca u otras mucosas.

 Ni el sapo nos escupe, ni nos quedamos calvos, ni nada de eso. Simplemente lleva a cabo su existencia sin molestar a nadie, y cargando a sus espaldas el sanbenito de magia, demonismo y brujería que a su pesar, le hemos colocado.









Sapillo moteado ibérico-Pelodytes ibericus

 Sapillo moteado ibérico- Pelodytes  ibericus



Identificación

Es un pequeño sapo que no llega a sobrepasar los 43 mm de longitud con la cabeza aplastada y el hocico corto y redondeado. Las hembras son algo mayores que los machos. Los individuos en metamorfosis tienen un tamaño medio con relación a otros anuros; su peso ronda los 0,2 g y, a partir de ese momento,
tendrán que aumentarlo en unas diecisiete veces hasta alcanzar la madurez sexual.
Los ojos son grandes y prominentes, con la pupila de color negro, vertical y de forma redondeada; el iris es dorado algo punteado de negro. Las glándulas parótidas son poco patentes, especialmente en los individuos jóvenes. El tímpano es igualmente poco visible. El dorso presenta un color de fondo que puede variar individualmente, presentando tonos pardo amarillentos, verdosos o gris oliváceo con algún jaspeado y su piel está llena de pequeñas prominencias redondas u ovoides de colores variados como verde-oliva y marrón. El vientre es liso y de color crema claro. La garganta toma una coloración violácea o gris oscuro en los machos en celo, mientras que en las hembras conserva el mismo color del vientre.
Tanto las patas como los dedos son relativamente largos. En la época de celo, los machos muestran unas rugosidades o callosidades nupciales de color marrón o negro en los brazos, antebrazos, axilas y cara interna del segundo dedo de cada mano.


                                        Aspecto de la zona ventral de un macho de Pelodytes ibericus. 
                                        Puede apreciarse la coloración oscura del saco vocal. © Ricardo Reques.


Estatus de conservación

Categoría Mundial (2008): Preocupación menor.

 Al igual que el resto de las especies de anfibios, el sapillo moteado ibérico se ve muy afectado por las alteraciones y destrucción de los hábitats reproductivos. Actualmente, para el territorio español figura bajo la categoría DD (Datos insuficientes) según los criterios IUCN, pero una revisión posterior para el
territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, donde está representado aproximadamente el 90 % de su población mundial, se considera como Casi Amenazada (NT).
Al tratarse de un endemismo ibérico perteneciente a una familia con sólo un género y tres especies en todo el mundo, el valor genético de este
 taxón en cuanto a valores de biodiversidad debe considerarse como muy elevado.



Distribución

Se trata de un endemismo de la Península Ibérica cuyo núcleo central de poblaciones se encuentra en Andalucía occidental, extendiéndose por el resto de esta comunidad excepto en Almería. Está presente en el centro y sur de Extremadura, borde sur de Castilla La Mancha y el centro y sureste de Portugal.
 Altitudinalmente, esta especie se distribuye desde el nivel de mar en muchas áreas costeras de Cádiz y Huelva hasta casi los 2.000 m de altitud en la provincia de Granada. Son escasas las citas correspondientes a áreas donde las precipitaciones de media anual son inferiores a los 500 mm.
Distribución en Ciudad Real:





 Hábitat

En general, esta especie parece que muestra preferencia por zonas abiertas y despejadas de vegetación, realizando sus puestas en pequeñas charcas y encharcamientos temporales así como en pequeños remansos de arroyos temporales. También es frecuente encontrar sus puestas en albercas artificiales, cunetas encharcadas y otros medios marginales como pueden ser canteras abandonadas.

Se puede encontrar en gran variedad de substratos diferentes. Es de destacar el hecho de que esta especie tolera cierto grado de salinidad durante su etapa larvaria, reproduciéndose con éxito en zonas de marisma y en lagunas salinas de interior.



Ecología trófica

En la fase terrestre que comprende los estados juvenil y adulto, se alimenta de pequeños invertebrados adecuados a su tamaño como pueden ser pequeños ortópteros, escarabajos, lombrices, arañas, etc.

Su dieta en fase de renacuajo se basa fundamentalmente en algas y, en menor proporción, otros tipos de materia orgánica como detritus u hongos. En ocasiones, pueden depredar embriones de otras especies como el sapo corredor (Bufo calamita). Son unos renacuajos muy nadadores, suelen permanecer en la columna de agua y, con frecuencia, se pueden observar nadando en la superficie del agua.


Biología de la reproducción

La reproducción comienza a partir del mes de octubre o noviembre en las zonas más cálidas (zonas costeras principalmente) y algo más tarde, en los meses de diciembre, enero o febrero, en zonas de sierra, prolongándose hasta los meses de marzo y principios de abril. Su reproducción está muy vinculada a la lluvia. En las noches de actividad, son los machos los primeros en llegar, y cantan durante algunas horas hasta que las hembras se empiezan a acercar. Parece ser que hay una gran fidelidad, por parte de ambos sexos, a volver a las mismas charcas en años consecutivos.Las llamadas de apareamiento de los
 machos son muy características: emiten un sonido metálico con dos notas consecutivas, pudiendo repetir varias veces la segunda y siendo la primera algo más alta.  Los machos son territoriales, defienden
determinados enclaves idóneos para que las hembras realicen las puestas. Además de los machos que emiten llamadas de apareamiento, hay otros que se quedan próximos a estos, pero sin cantar, a la espera de la llegada de alguna hembra con la que aparearse. Son los machos satélites.Cuando la pareja se encuentra,
 el macho sujeta a la hembra gracias a las callosidades nupciales que posee en manos y antebrazos y se produce el amplexus.



 Este apareamiento dura varias horas tras las cuales la hembra deposita los huevos y, de forma simultánea, el macho los va fecundando. Suelen enredar el fino cordón de gelatina que une los huevos en grupitos a pequeñas ramas sumergidas. Dependiendo de la edad y tamaño de la hembra, el número total de huevos
 que ponen oscila entre 300 y algo más de 900 huevos.


Los renacuajos crecen de forma rápida en ausencia de competidores cosa frecuente en estado natural
al ser una de las primeras especies que se reproducen en medios estacionales.En condiciones de alta densidad de renacuajos, bien porque la charca sea de reducidas dimensiones o bien porque se hayan acumulado en ella gran cantidad de puestas diferentes, el desarrollo se retrasa y los individuos tienen
 un menor crecimiento. Puede ocurrir que este estrés al que están sometidos aumente con el tiempo al reducirse el tamaño de la charca por efecto de la sequía lo cual retrasa aún más su paso a la vida terrestre. En los días finales de primavera la temperatura puede aumentar considerablemente en las charcas.
 Esto, junto a la acumulación de materia orgánica, hace que el oxígeno disuelto en el agua disminuya de manera notable. Sin embargo, antes de completar su desarrollo larvario ya son capaces de salir a respirar a la superficie lo que facilita su supervivencia en estas condiciones de carencia de oxígeno.
La sequía de las charcas es una de sus principales amenazas y la mayor causa natural de mortalidad larvaria, por lo que es un factor determinante en la regulación del tamaño de sus poblaciones. En algo menos de tres meses pueden completar su desarrollo larvario.
El sapillo moteado ibérico tiene una cierta plasticidad para permanecer en las charcas prolongando su fase larvaria mientras las condiciones de ésta sean buenas. En este medio pueden crecer  mejor y conseguir después alcanzar la metamorfosis con un tamaño mayor, beneficiándose así de las ventajas que esto puede tener para su vida terrestre al poder cazar un mayor rango de presas y ser menos vulnerables ante sus depredadores.




Interacciones entre especies

El sapillo moteado ibérico tiene diferentes mecanismos para eludir a sus enemigos comunes a otros anuros como son el mimetismo, confundiéndose con el entorno gracias a la coloración de su piel, la secreción de sustancias tóxicas al entrar en contacto con las mucosas de sus posibles depredadores y el vaciado de la vejiga como efecto disuasorio. Por otro lado, su aspecto grácil les confiere una gran agilidad, lo que le permite escapar saltando al agua y esconderse en el fondo de las charcas.Se han encontrado restos de adultos de estos sapillos en las egagrópilas de lechuza.
En la fase de renacuajo, las larvas de escarabajos acuáticos y de libélulas, así como las culebras de agua y los adultos y larvas de tritón jaspeado pigmeo (Triturus pygmaeus) y gallipato (Pleurodeles waltl) son algunos de sus depredadores naturales.



Patrón social y comportamiento

Durante la fase larvaria, los renacuajos suelen vivir congregados aunque, a medida que van creciendo, se van dispersando dentro de la charca. Una vez superada la metamorfosis los individuos se dispersan tras pasar unos días alimentándose cerca de la masa de agua y sólo vuelven a congregarse en los periodos de reproducción. En ese momento defienden determinadas posiciones desde las que emiten las llamadas de apareamiento. En ocasiones pueden producirse luchas entre machos que sujetan a una misma hembra.